El lector de discos Blu-ray sigue sin tener un especial atractivo en Europa y menos en España, pero ahora cobra nueva vida gracias a que la industria lo ofrece como una forma cómoda de enlazar el televisor con la banda ancha del hogar y así tener acceso a Internet, a los contenidos multimedia o a cualquier fichero que circule con la Red.
La ventaja del reproductor Blu-ray es que por defecto lleva conexión a la Red y al protocolo de comunicación DLNA para compartir archivos multimedia con el ordenador o conexión de banda ancha del hogar. En algunos modelos Blu-ray esta conexión es también inalámbrica y leen ficheros en distintos formatos, como MKV, MP3, MPEG4 o fotos en JPEG. Como es natural, el aparato lee DVD y CD, además de Blu-ray.
La mayoría de nuevos modelos reproducen discos Blu-ray 3D, con lo que si de momento no se tiene un televisor 3D se está preparado para el futuro. Muchos lectores Blu-ray disponen de sintonizador TDT y en alta definición, así como disco duro de hasta 500 gigabytes para poder grabar los programas preferidos de televisión y verlos después en diferido.
Por último otra importante mejora que puede aportar un reproductor Blu-ray es mejorar el sonido, punto débil de las pantallas planas por su escaso grosor. Los nuevos modelos de reproductores Blu-ray se asemejan cada vez más a un AVR al permitir la conexión directa de un conjunto de altavoces 5.1 y ofreciendo una amplificación mucho mejor a la ofrecida por el equipo de televisión.